martes, 27 de noviembre de 2012

DESEMBARCO (UN RELATO PERSONAL)



''Yo soñaba cada día poder alcanzar la playa
Y ahora está tan cerca, casi ya la puedo oler
Y espero cada vez más próximo al final
Ya puedo sentir tierra seca tras la arena mojada''


Y ya toqué Tierra, no la tierra prometida; quizás solo un simple erial, un baldío páramo, una tierra yerma, pero tierra al fin al cabo. 
Abandono esta balsa en la que me he visto vagando durante meses, meses de tristeza, hastío y exilio, meses sin rumbo ni destino, sin estrellas que me guiaran y aun menos que iluminaran mi ceguera.
Cual colono hago mía esta tierra y no dejaré que nadie me expulse con promesas vacuas y palabras ligeras. Prometo no comprar más humo ni volver al mar por los cantos de sirenas.
Por eso, en la playa enterré los restos e incendié la balsa. Parto a lo desconocido, llevándome una cajita de recuerdos bajo un brazo y en otro, como único compañero, el motor que me ha mantenido a flote. 
Lo mas preciado no es su mecánica, sino la gasolina que contiene, un carburante con nombres propios de gente paciente, de gente amable, de gente que me ha apoyado, animado y a pesar de mis dudas y errores han creído en mi. En definitiva, de AMIGOS con mayúsculas. Porque sin ellos no puedo continuar esta incierta senda en la que me aventuro sin mirar atrás.
Ahora ya no importa cuán estrecho sea el camino, cuán pesada sea mi carga, cuán graves los pecados a expiar, porque ahora soy el amo de mi destino; soy el capitán de mi alma. 

 


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